Dentro de la gran variedad de infusiones que existen, además de revitalizarnos al tomarlas, también podemos aprovechar sus propiedades en forma tópica para tratar diferentes cuestiones de la piel de manera natural que ayudan a mejorarla, hidratarla y mantenerla en buen estado.
Te presentamos algunas de ellas y como emplearlas:
Manzanilla
Es un calmante natural que ayuda a aliviar inflamaciones, suaviza la piel y promueve la regeneración celular; además, tiene un efecto aclarador, calmante y limpiador.
Albahaca
Además de servir como repelente de mosquitos, una infusión de flores secas en el agua de baño te relajará y evitará que aparezcan ronchas en tu rostro.
Lavanda
Es relajante, calmante y promueve la regeneración celular. Puede usarse para un baño de tina porque ayuda al relajamiento. Se usa también en dermatosis, acné, infecciones cutáneas benignas y heridas; es bactericida, antiséptica y cicatrizante. Es una de las hierbas más usada en cosméticos.
Té verde
Recomendable para aliviar la irritación en pieles sensibles y también puede servir como antioxidante. Brinda a la piel un efecto de descanso.
Rosas
Limpia los poros a fondo, favorece la circulación de la sangre, vigoriza y tonifica la piel. Ya sea en aceite esencial, en pétalos o agua de rosa, ayuda a tratar arrugas, desinflamar la piel sensible, combatir la sequedad excesiva y rejuvenecer. Posee abundantes taninos con acción astringente.
Té rojo
Es remineralizante y se recomienda usarlo para proteger la piel ante las amenazas medioambientales (como el smog, el humo o la contaminación). Además, ayuda a disminuir los procesos alérgicos y es muy bueno para las pieles que tienen eccemas o dermatitis.
Menta
Tiene propiedades astringentes y un olor muy agradable. Puede utilizarse para hacer la limpieza cada noche. El mentol ayuda a las personas con piel grasa.
Cuando esté completamente fría (o a temperatura ambiente) la infusión, impregna un algodón y pasa por la piel limpia y seca.
Después de 5 minutos enjuaga con abundante agua tibia