El té verde favorece la acción de quemar grasas en el organismo ya que realiza un efecto termogénico que produce un incremento del gasto calórico, además de permitir la oxidación de las grasas.
Por su parte, la sandía es una fruta que tiene muy pocas calorías contienen hierro, potasio y vitaminas A y C. Además contiene gran cantidad de agua que ayuda a mantenerte hidratado y a eliminar toxinas.
Y finalmente el toque de las semillas de chía que poseen un elevado contenido en fibra que produce un efecto saciante además de que reducen el colesterol.
INGREDIENTES
2 tazas de sandía
1/2 limón recién exprimido
1 trocito de jengibre
1 taza de té verde (unos 150 ml)
1/2 cucharada de semillas de chía
MODO DE PREPARACIÓN
Pela la sandía y córtala en trozos. Prepara aparte el té verde con unos 150 ml de agua. Lleva el té, la sandía en trozos, el zumo de medio limón y el trocito de raíz de jengibre en la licuadora. Por último, añade una cucharada de semillas de chía. Puedes añadir un poco de hielo si te gusta bien frío.