La hipertensión y presión arterial alta es un problema cardiovascular que cada vez padecen más personas; supone una disminución de la calidad de vida, además de elevar el riesgo de padecer enfermedades que podrían ser mortales. Sin embargo, esta enfermedad que se puede regular y mejorar, sobre todo siguiendo unos hábitos de vida saludables.

Es importante consultar y recibir tratamiento médico para esta afección y puedes apoyarte de manera natural para bajar la tensión sin efectos secundarios.

El TÉ BLANCO tiene entre sus propiedades, la de mejorar la función cardiaca. Es una excelente fuente de polifenoles, antioxidantes que protege de las enfermedades cardiovasculares, facilita la circulación de la sangre y ayuda a prevenir la hipertensión.

Tiene la cualidad de bajar la presión alta porque sus principios activos contribuyen a que las arterias se distiendan. Además, reduce el colesterol alto, lo cual contribuye a mejorar la función arterial si se toma de manera regular.

¿Cómo prepararlo?

Añade una cucharadita de té blanco a 200 ml (una taza) de agua muy caliente, casi hirviendo. Tapa la taza y deja reposar 3 ó 4 minutos. Después, filtra y puedes beberlo.

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