Las venas várice, también conocidas como varicosas, a menudo se ubican en las piernas, esto es debido a que estar de pie y caminar demasiado aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.

Pueden presentarse como “arañitas” –una variación leve frecuente de las varicosas– llegando a ser solo un problema estético, pero en casos avanzados se pueden observar las venas de color púrpura o azul oscuro, en ocasiones aparecen retorcidas y sobresalen como cordones en las piernas.

Entre los síntomas que presentan están:

  • Sensación de dolor o de pesadez en las piernas.
  • Ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón en las extremidades inferiores.
  • Empeoramiento del dolor después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo.
  • Picazón alrededor de una o de más venas.
  • Decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.

El tratamiento para esta afección involucra procedimientos médicos para cerrar o retirar las venas según sea la gravedad. Pero también se pueden tomar medidas de cuidado personal con remedios caseros como la Infusión de Romero que contribuye en la reducción de las venas várice por sus cualidades para mejorar la circulación sanguínea.

El romero es una planta rica en hierro, excelente opción para algunos casos de anemia, supliendo la falta de hierro, mejora los trastornos asociados al sistema circulatorio como es el caso de trombosis reduciendo las venas várice, los dolores, al tiempo que relaja los músculos y las desinflama.

PREPARACIÓN Y APLICACIÓN

  1. Vierte un puñado de hojas de romero en una olla y espera a que hierva.
  2. Esta preparación puede ser aplicada con la ayuda de una toalla en la zona afectada en un lapso de 20 minutos.

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